martes, 8 de julio de 2014

'El extraordinario viaje de T. S. Spivet'

En 2001 el cineasta francés Jean Pierre Jeunet estrenaba una de las películas francesas más populares de todos los tiempos. Con más de una década de perspectiva, podemos ya confirmar que 'Amelie', por su relevancia y su influencia, se ha convertido sin duda en un clásico moderno, aunque a algún insensible prosaico le pese que aquel delicioso cuento romántico parisino conqfiluistara los corazones de medio mundo, erigiéndose en uno de los más queridos films europeos del nuevo siglo.


Y quizá a quienes más les pesaba el desorbitante éxito de Amelie -que en algunos círculos como el Festival de Cannes tuvo una tibia acogida en su día- era a los seguidores del Jeunet previo, aquel que a cuatro manos junto con Marc Caro, había creado dos celebradas fantasías oscuras como 'Delicatessen' y 'La ciudad de los niños perdidos' en la primera mitad de los años 90. En versión oscura o colorida, lo que Jeunet demostró en estos tres films (dejando al margen el intermedio hollywoodiense de 'Alien Resurrección'), fue un privilegiado don para crear universos propios a través de un expresionismo barroco que traspasaba a poderosas imágenes las emociones de los personajes de su cine.